Millennials y Centennials, las nuevas generaciones

Cuando hablamos de diferencias generacionales se nos representa la imagen de gente mayor con,  otros peinados y otra ropa, sin embargo existen diferencias generacionales muy cercanas en el tiempo y que distan mucho de un perfil exterior. Dos generaciones muy cercanas entre sí pero con su propia impronta son la Generación Y y la Generación Z.

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La Generación Millennial, también conocida como Nativos digitales, Generación Y, iGeneration o Generación “Peter Pan”, son los nacidos entre 1980 y 1996, según algunos autores, y en general tienen entre 24 y 40 años, con creencias más tradicionales fueron testigos del desarrollo y consolidación de la tecnología.

La Generación Z, también llamados Centennials, son los nacidos a partir de 1997, con las Tablet y los smartphones y la sobreexposición a la información de la era digital.

Los millennials son descriptos como enérgicos, muy conscientes, innovadores y constantes buscadores del cambio. Se los describe como egoístas, con una excesiva autoestima, con amplias expectativas en el futuro,  egos frágiles, muy exigentes y activos, y se dice que su infancia ha sido complacida por adultos y mayores al punto tal que son los que  están menos preparados para afrontar los acontecimientos de la vida. 

Claro que tienen una gran ventaja, han crecido junto con las nuevas tecnologías, y su día a día transcurre entre ellas ya sea como elemento o fuente de trabajo o como forma de relacionarse con otros. Sus potencialidades en relación a las tecnologías son comparables a la habilidad de caminar, hablar o andar en bicicleta.

Las redes son su punto débil porque influyen en su bienestar físico y psicológico. Los smartphones son su medio de expresión personal, descargan su música, sus imágenes, sus fondos de pantallas y todas las app que les facilitan la vida. Su ritmo y nivel de actividad en las redes es tal que si no se actualiza su estado diariamente, tienen la sensación de haber quedado en el limbo.

Las redes los conectan con el mundo y sirven para vincular con gente aparentemente cercana. Estos vínculos son en realidad muy débiles y en la mayoría de los casos sólo son del tipo online, sin embargo los millennials los asumen como parte de sus logros de un gran número de “amigos”.

Una cuestión importante para estos nativos tiene que ver con el número de contactos con los que cuentan en sus redes. Parte de su éxito personal se concibe por las relaciones y la aceptación que consiguen a través de las redes entre sus pares.  

En muchos casos se ha perdido la dimensión real que cobra el contacto directo o la intimidad compartida con el otro. No se sabe si las próximas generaciones logren recuperar o perder casi definitivamente esto de lo real vs a lo virtual.  La generación de los nativos, se dice que se cree que caen en un “hedonismo relacional”, ya que buscan continuamente estar conectados con los demás, queriendo compañía permanente, sin esforzarse en establecer vínculos reales y efectivos. (Turkle,2011)  

¿Cómo influyen las redes sociales en los nativos digitales? Mucho, quizás demasiado, ya que las redes son una forma de extensión del propio YO. Han construido  su identidad por asociación con los otros de manera que casi se pierde la noción entre la versión online y offline de ellos mismos. Han crecido en un ambiente social hiperactivo, con grandes innovaciones permanentes, y con grandes estándares de exigencia que los obliga a mantenerse al día de esos cambios. Esto los obliga a redefinirse y buscar siempre diferenciarse, sus intereses personales pasan por buscar experiencias personales que reflejen quiénes son.

Según investigaciones en psicología del desarrollo cada vez se está atrasando más el inicio de la juventud, la siguiente etapa evolutiva, por lo que han surgido las llamadas “adolescencia prolongada” o “adultez temprana o emergente”, como etapas que casi han llegado pero sin abandonar totalmente la anterior. Esto refleja la necesidad  de una mirada integradora y flexible entre la adolescencia y  la adultez. Así  es que se han ganado el apodo de Generación “Peter Pan”,  aquellos  eternos estudiantes que muchas veces aún con un título siguen estudiando, prorrogando el momento de búsqueda de un trabajo que los independice totalmente de la familia. También lo hemos visto, incluso en películas, los jóvenes que aun siendo independientes económicamente, y con una pareja,  viven una eterna soltería en casa de sus padres, sin intenciones de formalizar una familia independiente.

Parece que la exigencia del mundo moderno y la complejidad del mismo les provoca dudas e inseguridades, aumentando conductas egocéntricas frente a la incertidumbre de poder resolverlo.

Los millenials llevan años pasando de trabajo en trabajo, enfrentan, a nivel mundial, crisis económicas con inestabilidad geopolítica, fractura social por desigualdades, recesión económica y los efectos de las nuevas tecnologías en los antiguos sistemas económicos y de producción, y lo que se ha denominado el auge de los contextos VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo).  Definiendo no sólo los contextos económicos, sino también los laborales y educativos.

Los psicólogos de consumo y los especialistas en marketing saben el impacto que logra sobre los millennials las marcas y las nuevas forma de publicidad digital. Conocen de la exigencia de este mercado y que prefieren formas de marketing activas, dinámicas, de las que puede significarles formar parte, como pueden ser los eventos promocionales. La información que se les acerque debe ser rápida, directa y honesta. Así ha surgido un nuevo modelo de promoción a través de los influencers, de los que ya he hablado en mi publicación de blog anterior, adolescentes o jóvenes con gran carisma, y llegada masiva a los grupos que comparten gustos y perfiles, que se los identifican como líderes de opinión.

Las marcas comerciales apuestan a estas personas como intermediarios y direccionadores comerciales para presentar sus ofertas comerciales. Casi tres cuartas partes de la Generación Z y la Generación Millennial en Estados Unidos siguen a personas influyentes y, la gran mayoría, es donde aprenden y se topan con nuevos productos.

Entre las dos generaciones, el 72% sigue al menos a alguno de ellos. Los siguen porque se sienten motivados por ellos, porque les gusta saber sobre sus vidas privadas y también porque les interesa mantenerse actualizados sobre las tendencias. Los hombres se inclinan hacia personas influyentes que publican regularmente sobre videojuegos (62%) y fitness y deportes (41%), mientras que las mujeres cuentan entre sus preferencias con influencers de belleza / cuidado de la piel (59%) y las autoproclamadas fashionistas (49%). Para los millennials y Gen Z de todos los géneros, YouTube e Instagram reinan como sus sitios favoritos.

Existe una visión especial sobre los millenials en relación a la satisfacción de las necesidades y la motivación. Es conocida la teoría de Maslow que jerarquiza las necesidades que el ser humano necesita cubrir: necesidades fisiológicas, de seguridad, de afiliación, de reconocimiento y de autorrealización. Parece que ellos encuentran más relevante conseguir éxito y reconocimiento antes que seguridad a nivel laboral y económico.

Son personas que pueden desarrollar mucha empatía con ciertos temas, filtran la información que consumen y se enfocan en lo que les interesa. Son llamados ciudadanos del mundo por las oportunidades que desarrollan de viajar y conocer otras culturas.

Los centennial, por ser más jóvenes y haber crecido en medio de todos los cambios sociales y culturales producto de la tecnología, han naturalizado conductas y temáticas como por ejemplo las cuestiones de género, la orientación sexual, los derechos de las minorías, la igualdad de género. Son más tolerantes respecto de algunos temas  y son adolescentes comprometidos con causas sociales, humanitarias y medioambientales, participando de protestas y grupos activistas.  

Son más realistas que los millennials, porque tienen más capacidad y rapidez en el análisis de datos, aunque siguen relacionándose por las redes en busca de la aceptación y el reconocimiento de sus pares. Tienen una relación más exigente con las marcas, exigiendo calidad  y confiabilidad, y responden a los influencers como fieles seguidores.

Ambas generaciones según dicen, tienen algo en común: el inconformismo.

Millennials y Centennials representan la fuerza laboral en el mundo, sin embargo uno de los problemas que enfrentan las corporaciones es cómo retener a los jóvenes ya que estos jóvenes no conciben atarse a un trabajo toda la vida. Se considera que el 44% de los millennials no dura más de dos años en sus empleos.

La autorrealización y la felicidad son los principales motivos que los lleva a no sostener horarios estrictos de trabajo, no quieren quedarse estancados ni perder la posibilidad de dedicarse a sus hobbies. Muchas veces incluso, trabajan de forma estable durante el tiempo necesario para que sus ahorros les permitan  viajar durante un año sabático o hasta que hagan base en otro lugar del planeta.

Se cree que los centennials estarán listos para romper con las jerarquías piramidales empresariales y lleven adelante sistemas colaborativos, innovadores.

La educación frente a estas nuevas generaciones ha comenzado a cambiar, y deberá seguir haciéndolo para cubrir sus necesidades que se vinculan con los mercados de trabajo. Los millennials son clientes de programas de capacitación y posgrados, los centennials aún pertenecen a las instituciones educativas. Los expertos creen que se necesitan modelos educativos centrados en el estudiante como parte de un sistema participativo y colaborativo, donde la tecnología sea un medio, no un fin. Hay que preparar estudiantes para ser oradores, creadores, consultores. El aprendizaje constante a lo largo de toda la vida debe ser una cualidad con el fin de mantenerse al ritmo  de los que los mercados cambian y demandan.

La formación para la generación Millennial y la Z se debe entender como aprendizaje ‘a la carta’”, explica Llacer. La idea es enseñar no desde las asignaturas, sino desde las competencias, duras y socioemocionales.

En el futuro, y de acuerdo con Thomas Frey, director ejecutivo del Instituto DaVinci, Colorado, una de las mecas de la innovación, las personas deberán contar con 14 nuevas habilidades para desarrollarse de forma exitosa en los entornos laborales y de emprendimientos: optimizadores, transformadores, expansionistas, maximizadores, inflexionistas (identificar puntos de inflexión), éticos, filósofos y contextualistas (entender su entorno) son algunas de ellas.”

Pero para que esto sea posible, se necesita un acompañamiento y una orientación vocacional que debe comenzar en las escuelas y continuar en las instituciones de educación superior”. (fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/millennials-y-centennials-caracteristicas-de-los-millennials-y-los-centennials/527174, consultado el 25/10/2020)


 

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