La Motivación en los adolescentes

La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene una conducta.

adolescentes motivados

Es un efecto voluntario y consciente, ya que la motivación tendrá estrecha relación con  las experiencias tanto dentro como fuera del ambiente escolar, con la edad, el contexto donde se  crece y sus necesidades. Depende en parte de la historia de éxitos y fracasos anteriores de cada persona.

Los que hemos trabajado con adolescentes e incluso los que tenemos adolescentes en casa sabemos que es muy difícil ver en ellos la motivación suficiente y sobre todo prolongada en el tiempo respecto de  sus proyectos. Sucede desde el campo de las actividades extra programáticas que incluso eligen ellos mismos, o los deportes, hasta con las vacaciones que la familia planifica y ni que hablar con la escuela.

Lograr mantener el entusiasmo y las ganas de participar de algunas propuestas suele ser un esfuerzo titánico que desgasta y produce malestar en la familia. Seguramente han pasado por la experiencia de ir de vacaciones al lugar acordado con ellos y no más llegar ver su cara transformada y petrificada durante los días de estancia sin que nada los incentive a cambiar su actitud. Y entonces los adultos pensamos, si a mí me hubiesen llevado de vacaciones a un lugar así cuando tenía su edad hubiera estado como en el paraíso.

Pero no, parece que nada alcanza, y creo que es todo un desafío de los tiempos nuevos lograr que la motivación surja, y lo que es peor perdure respecto de algo. Creo que cuando en el jardín los mandaban a pensar al rincón de los aburridos, han logrado que muchos generaran allí su espacio de confort y un apego especial.

 angustia, tristeza   

Una teoría personal, la enuncio como asociada a lo vertiginoso de los tiempos que vivimos. Los chicos se aburren rápidamente y fácilmente, y no sólo los adolescentes, desde muy chiquitos, en los cochecitos de paseo, vemos que  los padres han sucumbido a darle solución a este tema con lo único que parece que los motiva y entretiene, las pantallas.

En nuestra época no existían y nos tuvimos que entretener con lo que la naturaleza, la alacena de mamá o el costurero de la abuela, tenía. No digo que fuera mejor, pero nos permitió aprender a vivenciar las cosas de otra forma, la velocidad con que la información llega y se va de sus pantallas hace que sus demandas crezcan en sintonía y entonces nada terrenal logra calmar su ansiedad.

Enseñarles a disfrutar de otras cosas que no sean pantallas, un mundo más real como ser el disfrute con todos nuestros sentidos de la naturaleza, del paisaje, de la cocina y el arte de crear, ya sea platos, objetos o música, todo lo que signifique ponerlos en contacto con la vida tangible, considero que puede ayudar a que sus experiencias sumen al momento de buscar su motivación.

Los adolescentes creo que sobreviven con cama, comida y WIFI. Parecería que no les interesa otra cosa, sin embargo en su interior hay un adolescente frustrado que no encuentra un espacio o una forma de contar lo que realmente los motiva. Desbloquear sus trabas y dejar que fluyan  sus inquietudes es el desafío. Seguramente no hace nada de su vida porque no tiene claro PARA QUé quiere hacer algo, o bien piensa que lo que pretende sería imposible. Le falta descubrir su motivación.

Generar un entorno donde se pueda sentir con la libertad de hablar y expresarse es el primer paso. Se trata de que descubra dónde le gustaría verse en unos años, qué expectativas tiene sobre sí mismo y cómo se visualiza.

madre e hija dialogando

Plantear el QUé QUIERE antes del CóMO, es la forma de lograr sensaciones motivadoras que lo ayuden a desbloquearse. Animarlos a hacer una introspección que lo ayude a reconocerse es un buen ejercicio. Si aún no quiere hacer nada, tal vez es porque no sabe para qué lo querría hacer, de manera que la motivación no ha llegado, y deberá descubrirla solo, esto es algo que no se puede imponer.

Es importante que en la misión de acompañarlos nos corramos del foco y centremos nuestra escucha en él, sin perder de vista que:

·         Podemos preguntar sin direccionar

·         Mantener el foco en su futuro

·         Fijar soluciones, no problema

·         Planificar con y para él

·         Generar emociones positivas

·         Respetar su punto de vista

·         Preguntar para que visualice la realidad

·         Buscar recursos y técnicas de acompañamiento

·         Ayudarlo a planificar a corto plazo para alcanzar metas a largo plazo.


Una clave importante para motivar a los adolescentes es enlazar sus deseos personales con responsabilidades u obligaciones. Tener en cuenta que deben comprender por qué deben hacer ciertas cosas y de qué manera, para que a largo plazo encuentren el sentido que aún no visualizan. Realizar un esfuerzo para conseguir las cosas que quieren será positivo para aprender que en la vida debemos invertir para ganar.

adolescente pintando

Sobreprotegerlos solo distorsionará la mirada del joven del mundo real, de manera que los adultos debemos seguir siendo sus guías y referentes, incentivándolos por su tarea cumplida, con orgullo y reforzando su capacidad para lograr sus metas.

Otro estímulo que puede ser motivador es el de comprometerlos a participar de los proyectos familiares. Si vamos a salir de vacaciones y ya decidimos entre todos los miembros de la familia  a dónde queremos ir, darle la responsabilidad de que organice un día especial de esas vacaciones, o bien qué podemos hacer en ese lugar le dará una motivación especial sabiendo que todos los de la familia dependen de sus planes. Acompañarlo y guiarlo en la búsqueda y en la planificación será una manera empática de estar cerca y festejar su iniciativa. Que se haga cargo de la gestión in situ,  ser nuestro GPS, nos guíe y nos cuente el porqué de los lugares que visitaremos le cambiará la cara, al menos por un día….. 


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