Métodos de barrera y herramientas de apropiación del uso del preservativo
Los métodos de barrera incluyen aquellos que interfieren en el acceso de los espermatozoides al útero, al impedir su acceso a través de un mecanismo físico. Incluyen:
- Preservativo
peneano.
- Preservativo
vaginal.
- Diafragma vaginal.
Sin ser métodos anticonceptivos se incluyen aquí los protectores bucales o campos de látex,
por su relevancia en prevenir la transmisión del virus de inmunodeficiencia
humana (VIH) y otras infecciones de transmisión sexual (ITS).
Los métodos de barrera tienen como generalidades:
- Impiden el acceso de los espermatozoides al útero.
- Para una buena eficacia anticonceptiva requieren un uso correcto en cada acto sexual.
- Se necesita motivación para su uso consistente.
- Prácticamente no tienen contraindicaciones.
- Algunos son muy efectivos en la prevención del VIH y otras infecciones de transmisión sexual
Preservativo, condón
o profiláctico
Es el MAC más frecuentemente
utilizado, es una funda de látex muy delgada que se coloca sobre el pene
erecto, antes de la penetración, y que debe permanecer colocado durante toda la
relación sexual. Suma muchas características que lo hacen tan popular:
- Protege tanto de un
embarazo como de infecciones de transmisión sexual (ITS), entre ellas el
VIH.
- Es el método con el que se
facilita la “doble protección”, evita la transmisión de ITS cuando se
utiliza conjuntamente con otro método anticonceptivo.
- Para sostener una buena
eficacia anticonceptiva y preventiva de ITS, requiere del uso correcto en
cada acto sexual.
- Debe promoverse su uso en
todas las prácticas sexuales con posibilidad de transmisión, incluyendo
las vaginales, anales y orales.
- Requiere de alta
motivación para su uso correcto y para sostener la adherencia.
- Es muy accesible y de bajo
costo.
- No tiene efectos
secundarios.
- Puede usarse luego del
parto y durante la lactancia.
- No necesita prescripción médica. La entrega de preservativos puede realizarse dentro y fuera de efectores de salud y es sin registro. Deben estar visibles y a disposición para ser llevados por las personas que transitan por centros de salud y hospitales.
La eficacia del
preservativo está directamente asociada
al uso en forma correcta en cada acto sexual. Si se usa de manera constante
y correcta, las tasas de embarazo son bajas, 2 embarazos cada 100 mujeres por
año.
La efectividad en la prevención de infecciones de
transmisión sexual es de alrededor del 95% y como método anticonceptivo llega
al 97%, cuando se usa correctamente. Se reduce en un 60 a 80% el riesgo de
infección por chlamydia y gonococo. Ofrece menos protección contra el herpes,
VPH, sífilis y otras ITS que pueden transmitirse a través del contacto cutáneo
entre las partes del
cuerpo no cubiertas por el preservativo. Es decir, no protege al escroto ni
evita las infecciones producidas por epizoonosis (piojo púbico, escabiosis),
las verrugas genitales o las lesiones por virus
del papiloma humano fuera de la vagina o del cuello uterino.
La complicación más
importante del preservativo como MAC es que no siempre las personas aceptan el uso y la colocación del preservativo, se necesita
una negociación con la pareja y la incorporación con naturalidad durante el
juego sexual. Esto es un desafío con los que docentes y equipos de salud deben trabajar para dar herramientas a las
personas y a los jóvenes principalmente, que permitan la apropiación del uso
del preservativo.
Es necesario plantear e incorporar
la noción de posible conflicto con la pareja sexual en relación con su uso,
alertar sobre la necesidad de “negociar” y brindar argumentos.
Uno de las recomendaciones se basa en las posibilidades del uso correcto de
lubricantes de base acuosa que no disminuyen la eficacia anticonceptiva y
preventiva del preservativo. Además de
las prácticas de sexo anal, donde el uso del lubricante disminuye la
posibilidad de lesiones y de rotura del preservativo; o en penetraciones
vaginales con poca lubricación, por ejemplo
durante la post menopausia, el uso de lubricantes mejora el grado de satisfacción
en las relaciones sexuales, lo que aumenta la adherencia al uso del
preservativo.
Las consultas médicas en centros asistenciales entregan preservativos y lubricantes en forma gratuita e informan de lugares donde se pueden retirar. Recomiendan tenerlos al resguardo del calor, ya que se alteran con el sol o el mal almacenamiento. También la observación de la fecha de vencimiento, revisar que el envase no esté estropeado o roto y evitar abrirlo con los dientes u objetos que puedan dañarlos.
Es necesario problematizar
con los adolescentes sobre “pareja
estable”, “promiscuidad”, “confianza”, “es conocido/a”, “no parece que...”.
Estas subjetividades obstaculizan el sexo seguro, o sea el cuidado en las
relaciones sexuales, y colocan a las personas en situaciones de vulnerabilidad.
Es decir tener poco o ningún control sobre la posibilidad de transmisión de VIH
y otras ITS.
Enseñar el uso
correcto del preservativo necesita una demostración del mismo. El uso de
maquetas es importante como estrategia para el aprendizaje de su colocación. El
ensayo, y la inclusión de la pareja sexual
en su colocación, pueden ser formas de afianzar el uso del preservativo y su
adopción como método de prevención. Enfatizar el uso del mismo asociado a otro método, es
decir doble método, doble protección puede ser el secreto de disfrutar de una
sexualidad plena y responsable.
Preservativo vaginal
El preservativo vaginal es una funda de poliuretano,
de forma tubular, que presenta un anillo o aro flexible en cada extremo. En un
extremo el anillo es cerrado, lo que ayuda a la inserción del
preservativo en el fondo de la vagina. En el otro extremo, el anillo es abierto
y más grande, lo cual ayuda a mantener el preservativo fuera de la vagina.
Viene lubricado. Algunas mujeres refieren que el anillo externo brinda una
estimulación sexual adicional, y por su textura suave y húmeda, brindaría una
sensibilidad más natural que el preservativo peneano de látex durante la
relación sexual. No es ajustado ni aprieta. No disminuye la sensibilidad.
Podemos decir entonces que:
- Protege contra VIH y otras
ITS pero sólo en prácticas de sexo vaginal.
- Es un método controlado
por la mujer (y en general toda persona con vagina).
- Es de un solo uso, y en
cada relación sexual.
- No interrumpe la
espontaneidad en la relación sexual porque puede colocarse previamente a
la relación.
- No requiere prescripción
médica.
- No es de látex. Puede
utilizarse con cualquier tipo de lubricante.
- Puede requerir alguna
práctica para su uso correcto. Al adquirir experiencia se hace más fácil introducir
y retirar el preservativo de la vagina.
- Actualmente no está
disponible en la Argentina.
- Es de mayor costo que el
preservativo peneano.
La eficacia del preservativo vaginal depende de su uso en
forma correcta, con el uso constante y correcto, las tasas de embarazo son de 5
embarazos por cada 100 mujeres por año. Es una efectiva barrera contra las ITS,
y no tiene contraindicaciones respecto de personas con alergia al látex.
El preservativo puede colocarse hasta 8 hs antes del inicio del “juego sexual”. Tiene cierta dificultad en su colocación. Tienen que quedar entre 2 y 3 cm del preservativo y el aro externo fuera de la vagina. Al mantener relaciones sexuales, hay que asegurarse que el pene entre en el preservativo y se mantenga en su interior. El preservativo vaginal y el preservativo peneano no deben utilizarse juntos, ya que puede producirse fricción generando mayor riesgo de que se salgan o se rompan.
Diafragma
El diafragma vaginal es un aro de goma,
cubierto por una membrana, que se adapta al techo vaginal, cubriendo el cuello
uterino.
Viene en diferentes tamaños y un profesional de la salud con entrenamiento debe
medir cuál es el que se ajusta a cada persona. Se utiliza con gel o espuma
espermicida para mejorar su eficacia.
Actúa impidiendo la
entrada de esperma al cuello uterino, y el espermicida mata o inutiliza a los
espermatozoides. Su eficacia como anticonceptivo depende del buen uso y es de 6 embarazos por
cada 100 mujeres por año.
Se lo caracteriza por:
- Se usa en cada relación
sexual.
- No provoca efectos
secundarios sistémicos.
- Puede ser controlado por
la mujer, y en general toda persona con vagina, al ser colocado antes del
“juego sexual”.
- No interrumpe la relación
sexual.
- Hay que tomar la medida
para su selección adecuada y requiere adiestramiento para una correcta
colocación.
- Es necesaria una
motivación para su uso eficaz.
- Su uso debe combinarse con
cremas o geles espermicidas.
- No es descartable (se usa
siempre el mismo diafragma). Son reesterilizables.colocarse has
- En personas con diversidad
funcional motora puede ser dificultoso su uso.
- No protege contra el VIH y
otras ITS
Su dificultad tiene que
ver con la selección del tamaño conveniente a cada persona. Debe hacerlo un
profesional que lo colocará y comprobará que el diafragma es el adecuado y no
se mueve. Una vez colocado y ajustado en su lugar, la mujer no debería sentir
nada dentro de su vagina, cuando tiene relaciones incluso cuando camina.
Puede colocarse hasta 6 horas antes de tener relaciones y retirado
entre 6 horas después y hasta 24. Sin embargo si la relación sexual ocurre luego de una hora de
haberse colocado el gel espermicida,
deberá agregarse una dosis extra, así como si se mantiene una nueva relación
sexual.
El diafragma no debe retirarse antes de
las 6 u 8 horas post coito. Si se retira antes de tiempo, debería recurrirse
a la anticoncepción de emergencia (AHE).
En personas con predisposición, puede producir infecciones urinarias. Los espermicidas o el látex pueden provocar reacciones alérgicas o el
riesgo de lesiones genitales.
Campo de látex
- Son también conocidos como “protectores bucales” o “barrera de látex”.
- No son parte de los métodos anticonceptivos.
- Se usan para la práctica de sexo oral, vaginal o anal como protección contra el VIH y otras ITS.
- No requieren prescripción médica.
- Pueden ser usados por todas las personas.
El campo de látex
actúa como una barrera, se coloca entre la boca y la zona genital o
anal con el fin de disminuir la transmisión de VIH y otras ITS durante el sexo oral. Se coloca entre
los labios y lengua de una persona y la zona a ser estimulada de la otra
(clítoris, labios y vagina, región perineal, ano).
Aunque no es un método anticonceptivo, se expone aquí por
su acción preventiva y el poco
conocimiento que existe sobre su uso. Se recomienda su uso en el sexo oral,
tanto en el contacto boca-ano, boca-vulva o vagina.
Hay que tener presente que siempre que exista penetración anal o
vaginal sin preservativo o sexo oral sin protección,
existe la posibilidad de
transmisión de VIH y otras ITS.
La posibilidad de transmisión del VIH por vía sexual es menor para
prácticas orales que para relaciones anales o vaginales sin preservativo. Sin
embargo, el sexo oral puede ser una
forma de
transmisión, especialmente si hay posibilidad de contacto con sangre (por
ejemplo, durante la menstruación).
• Se pueden fabricar barreras bucales de
látex cortando preservativos peneanos
en sus extremos y luego en forma longitudinal. Además de ser más accesibles,
tienen un grosor que no interfiere tanto con la sensibilidad.
• Se puede usar poliuretano transparente
(el film para envolver alimentos) que es un producto común de la cocina. Ha demostrado
prevenir el paso del VIH y se recomienda como una
barrera para el sexo oral, tanto en el contacto boca-ano como boca-vulva-vagina.
• Los protectores bucales odontológicos,
también llamados campos de látex o barreras bucales, son rectángulos hechos de látex,
originalmente diseñados para proteger la cavidad dental.
Estos campos tienen un grosor mayor de látex que el de los preservativos
peneano o vaginal, y pueden utilizarse en el sexo oral.
Las opciones son múltiples, sólo hay que apropiarse de la que nos permita disfrutar de nuestra sexualidad y nos haga sentir cómodos y seguros.
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