Adolescentes difíciles


Ya les he comentado en entradas anteriores, que no todas las adolescencias son iguales, en relación al momento, a la sociedad y a la cultura. Pero en un mismo tiempo y espacio, a veces con pocos años de diferencia, puede suceder que en una familia la adolescencia de uno de sus hijos no se condiga con la forma de atravesar por la misma, de otro de los hermanos. Es aquí hacia donde nos vamos a encaminar, a aquellas situaciones donde con las mismas herramientas o incluso con otras mejoradas y potenciadas no alcanzan para transitar por una convivencia razonablemente pacífica.

joven en patineta

Según los psicólogos se puede decir que existen dos tipos de situaciones diferentes entre los púberes-adolescentes, aquellos que han sido conflictivos y rebeldes desde el jardín de infantes y aquellos que exteriorizan una actitud rebelde a partir del ingreso al colegio secundario aproximadamente, o sea en coincidencia con los cambios físicos y hormonales propios de la pubertad. Se los detecta a partir del cambio en los gustos por ciertas actividades u objetos, por ejemplo deportes o ropa, cuando con anterioridad eran de su preferencia.

padre conflictuado
frepick
En la mayoría de los casos los problemas o conflictos con los adolescentes se asocian con la rebeldía de ellos al control y a las pautas impuestas por los padres, en un intento de ser independientes y de manejar su propia vida. En otros casos se asocian a lo exactamente opuesto, es decir a la falta de control por parte de los padres y a que los adolescentes están literalmente a la deriva. Si bien hacen lo que quieren, en realidad están a la deriva en el entorno y sus circunstancias, que suelen ser compañías peligrosas. Sin ser conscientes de la situación de abandono a la que están sometidos, corren el riesgo de asociarse con malas juntas, de tener conductas delictivas o incursionar en el consumo de drogas o alcohol.

Los adolescentes necesitan el control parental, porque aunque batallen por su independencia, reconocen en el fondo el temor y la angustia de los padres a la pérdida de sus hijos bien amados. El dejarlos ser y hacer, sin la mirada cercana y atenta familiar, los hace perder seguridad, autoestima y se puede interpretar como una falta de interés y amor por ellos.  
En definitiva los adolescentes se miran en nuestros espejos, los de los padres como primeros modelos de personas y de vida, en el de los docentes y maestros y también en el de sus pares. Cuanto más contenidos estén familiarmente más fácilmente transitarán esta etapa y menos conflictiva será.
Cuando el grupo de pares tiene características familiares similares en cuanto a la crianza, intereses y actividades, más fácil será gestionar los permisos, ya que todos tendrán recomendaciones similares que los dejarán más tranquilos. Se complica cuando algunos padres no autorizan una salida por ejemplo y todo el resto del grupo accede. Muchas veces los padres se contactan con otros y plantean ciertas condiciones que transmiten a sus hijos, como los discursos se parecen para todos, suelen acatarlos más pacíficamente ya que se encuentran con criterios generalizados. Es una buena estrategia para los adultos, y nos permite conocer mejor el entorno en el que se mueve nuestro hijo.

Tener  un hijo adolescente no tiene por qué ser sinónimo de adolescente conflictivo y rebelde. Si bien la mayoría de los padres aleccionados por las características de los adolescentes en esta etapa, pilotean con pericia los cambios emocionales y los requerimientos de sus hijos, y logran salir exitosos de esta etapa. Otros no lo logran, y los problemas a los que no encuentran solución terminan provocando un malestar crónico en la familia. Cuando las estrategias para afrontarlos fracasan surgen sentimientos de indefensión y desesperanza.
padres con adolescente pensando
tomado de freepick
Cuándo los problemas crecen

Cuando las cosas se complican más que las peleas y los rezongos habituales de cualquier familia,  podemos encontrar que los chicos tienen  problemáticas de conducta muy asociadas a situaciones de este tipo:
ü  Se escapan de casa
ü  No respetan horarios
ü  Maltratan animales
ü  Faltan a la escuela
ü  No cumplen con sus tareas
ü  Roban a sus padres
ü  Andan con malas compañías
ü  Faltan al respeto
ü  Mienten
ü  Agreden e insultan
ü  No se bañan ni se hacen cargo de sus cosas
ü  Consumen alcohol o drogas
ü  Practican la exploración sexual compulsiva
ü  Tienen conductas de riesgo
ü  Surgen conductas antisociales
ü  Pueden llegar a tener actividades delictivas y/o criminales
Puede suceder que los conflictos se asocien a problemáticas psicológicas, como ser:
ü  Baja autoestima
ü  Estados depresivos
ü  Angustia, ansiedad y tristeza
También se pueden asociar a problemáticas sociales, generalmente fuera del entorno familiar como ser:
ü  Bullying
ü  Problemas relacionales de integración a los grupos de pares

Con conductas antisociales se hace referencia a problemas serios, extremos y persistentes en el tiempo que incluyen violencia, oposición a la sociedad y a las normas sociales, desobediencia a las figuras de autoridad y agresividad con mucha frecuencia e incluso drogadicción y/o delincuencia.
El comportamiento conflictivo que presentan es un síntoma de que algo está fallando en lo más profundo del adolescente, y que se corresponde a una forma de sacar al exterior el miedo, la frustración, las inseguridades. El problema está en que si no se revierte la situación conflictiva a tiempo, aquellas conductas pueden convertirse en hábitos que traerán consecuencias serias a la familia, al adolescente y en un futuro al joven adulto. 
Cuando el adolescente está fuera de control, existen peleas constantes, desacatos a la autoridad, robos, consumo de drogas, destrozo de objetos y mobiliario urbano, asesinatos de animales, acciones violentas, riesgo de abandono de los estudios, etc., se hace muy difícil tratar con ellos, tanto por parte de los padres como desde la escuela. El comportamiento conflictivo extremo, incontrolable y persistente necesita ayuda de los profesionales adecuados, psicólogos, psiquiatras y de terapias adecuadas, al igual que las problemáticas conductuales asociadas a lo psicológico y a lo social.

¿Qué podemos hacer con nuestros chicos difíciles?

El comportamiento de los adolescentes está regido únicamente por su propio código de valores. Los chicos que han crecido en familias que han sido contenedoras emocionalmente, que les transmiten expectativas claras, además de límites justos y coherentes tienen menos probabilidad de tener comportamientos de riesgo.

La buena comunicación con nuestros hijos es la clave de todo. Tener una buena relación y una comunicación fluida no tiene que posicionarnos como amigos de nuestros hijos. Esta posición tampoco sería beneficiosa, buena comunicación, la cercanía y la confianza siempre desde el rol que como padres debemos de ocupar.
Si la comunicación, la confianza y la “amistad” no funcionan y tu hijo adolescente tiene un comportamiento rebelde el cambio se deberá abordar desde el aprendizaje. Cuando los conflictos o problemáticas que queremos solucionar son leves, plantear un castigo aleccionador muchas veces sirve. Hablamos de  algo que realmente les importa, pero de manera que no sientan que lo pierden todo. Por ejemplo, podremos dejarlos sin participar de un partido, pero no servirá decirles que dejarán de hacer su deporte favorito.
adolescente conflictuado con la tarea
tomada de freepick
También es importante que seamos coherentes, la sanción no debe salir de nuestro primer impulso, a cada momento, en cualquier contexto. Debe ser pensada y consensuada entre ambos padres, y debemos transmitirle que a nosotros también nos cuesta tomar esta decisión, pero que su accionar no ha sido según lo hablado y acordado previamente.

Apoyar las cosas positivas de su vida, sus fortalezas, ponernos del lado de nuestro hijo, comunicarnos de forma abierta y que sepa que le importamos y que estamos interesados en lo que pasa en su vida, favorecerá la cercanía y la confianza en sí mismo. Participar en su vida escolar desde la contención y el acompañamiento implica estar cerca y visualizar sus necesidades, a veces de sentirse confiado en lo que hace, otras de estar acompañado e incluso detectar situaciones que lo preocupan como el bullying.

El cambio comienza en nosotros, los padres

Cuando las cosas no se ven como uno esperaba, los padres suelen sentirse frustrados. Es doloroso sentirse preocupado, humillado, impotente o culpable. Por eso partiremos de la base de que deben buscar una nueva forma de acción que pueda favorecer la relación con su hijo. No más gritos y peleas, hay que cambiar de estrategia.
padre e hijo discutiendo
tomado de freepick
Habrá que trabajar aún más para mejorar y encaminar la situación. Trabajar sobre las estrategias para la resolución de problemas o toma de decisiones permite resolver con método situaciones, ampliando los posibles resultados.

Reconocer el problema, es el primer paso. Elaborar una lista con aquellas acciones que afectan a los padres y la familia puede ayudar a visualizar la situación. Una vez armada será bueno sacar a una nueva lista aquellas acciones que se relacionen directamente con cuestiones de los adolescentes, por ejemplo la falta de estudio, la renuencia al baño, las faltas a la escuela. 
  
Plantear los objetivos que perseguimos: es decir aquello que deseamos conseguir, seguramente una convivencia equilibrada, y lo que esperamos para ellos después de atravesar esta etapa.
ü  Que deje su conducta conflictiva, como objetivo a corto plazo
ü  Que logre ser responsable y tomar decisiones por sí mismo, a largo plazo.

Generar una más amplia gama de respuestas, soluciones, o estrategias posibles ante la conducta de nuestros hijos, de forma que aumente la probabilidad de identificar las más eficaces para alcanzar los objetivos que nos hemos marcado. Si nuestro problema es que su rendimiento escolar es bajo, podemos pensar en ayudarlo nosotros, en mandarlo a particular, en promover que estudie con otro compañero, etc.

Comunicarse, negociar y ponerse límites. Es el momento de evaluar las alternativas de solución disponibles y seleccionar la mejor. Predecir las posibles consecuencias, a corto y largo plazo, y evaluar su utilidad, es decir, sus ventajas e inconvenientes.

Modificar las conductas problema es, sin duda, el momento más importante del proceso de resolución de problemas o toma de decisiones, ahora es preciso actuar. Una vez que haya puesto en práctica la forma de actuar nueva deberá observar las consecuencias y comprobar su eficacia.

Ponerse límites significa convencernos de que tenemos que dejar de hacernos cargo de sus cuestiones y aprender a confiar en que ellos deben comenzar a tomar decisiones adecuadas para ellos.
Habrá que hacerles saber que confiamos en su capacidad para manejar su vida en todos esos aspectos particulares de la lista de ellos y dejaremos de renegar y perseguirlos para que los cumplan. 

Consideramos que pueden, pero también estaremos a mano por si nos necesitan.
Será difícil y puede que vuelvan a equivocarse. Si transmitimos nuestra  frustración o enfado, no haremos más que darle más de lo que está acostumbrado y reforzará su conducta irresponsable. La atención negativa favorece la irresponsabilidad.

Por esto a partir de ahora procuren:
ü  Abandonar el hábito de tomar decisiones en su lugar.
ü  Aprender a confiar en su capacidad de tomar decisiones.
ü  Cambiar la forma de verlo y las opiniones sobre él.
Su adolescente ha de aprender a considerar todas las consecuencias de sus decisiones por sí mismo, sin que sus padres estén detrás retándolos o advirtiéndole, porque no querrá hacerles caso.

La única protección que tiene el adolescente frente a los peligros es su sentido común y el saber que le corresponde a él detectarlos y tomar las decisiones acertadas al respecto. A medida que descubra que pequeños cambios en sus actitudes le resultan exitosos su autoestima crecerá y lo hará amigarse con el mundo.
Alguna bibliografía consultada:
https://www.psicoactiva.com/blog/actuar-frente-adolescentes-problematicos-pautas-padres/

Comentarios

  1. Muy interesante contenido, entretenido y de ágil lectura; muy util además para los que trabajamos con el tema. Felicitaciones, espero la próxima publicación!

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