¿Cómo acompañar los cambios de la pubertad?
Ser adolescente no es una cuestión que se pueda
elegir. Es un camino sin vuelta atrás que significa pasar de la comodidad y despreocupación
de ser niños a la situación que les incomoda de sólo ver esas imágenes que
presuponen son las suyas en un espejo.
Los niños saben que en algún momento deberán
crecer, ya que los padres nos hemos pasado buen tiempo diciéndoles que harán
esto o aquello cuando sean grandes. Pero la verdad es que cuando llega el
momento de asumir que han comenzado a crecer, no es muy agradable lo que ven,
lo que sienten y menos aún lo que dejan de ser. Ser un niño les ha facilitado
muchas cosas y en ese momento en que el cuerpo comienza a mostrar sus primeros
cambios, porque aparecen vellos donde no los había, el cuerpo toma formas
extrañas, con largos miembros y curvas indiscretas que nadie tiene ganas de
mostrar aún, es cuando se aferran a esa niñez cálida y contenida, esa etapa que
se despide vertiginosamente, tanto que un día no se reconocen en el espejo.
Estos “preadolescentes”, como ellos mismos se
definen, que en realidad se encuentran en la etapa de la pubertad, tienen que lidiar con
muchas cosas a la vez. Primero intentar reconocerse y hacerse cargo de los cambios del cuerpo que les tocó en
suerte. Esto los lleva a aprender manejar sus extremidades que han crecido
desproporcionadamente respecto de hace unos meses atrás, cuando los pantalones
apenas tocaban el suelo, y ahora han subido varios centímetros. Por esto es que
tienen movimientos torpes y con falta de equilibrio, que son el motivo de más
de un tropiezo.
Los granos de la cara, el acné, que ahora irrumpen
en el lugar y en el momento menos indicado también son un problema a considerar.
Para ellos es importante que los ayudemos indicándoles qué jabón o preparado
casero o farmacológico puede colaborar a eliminarlos. Y no debemos menospreciar
su preocupación, explicarles que son parte de un proceso natural y que incluso
una dieta saludable puede colaborar, también es importante para que comiencen a
tomar decisiones respecto de cuidarse y alimentarse saludablemente.
El vello también llegó para quedarse, incluso
crecer aún más, y los varones lo llegan a asumir como parte de su maduración,
pero se transforma en un problema para las chicas, ya que en nuestra cultura el
vello, sobre todo el axilar, no es bien visto. Aquí es donde las mamás deben brindar
soluciones, sencillas al principio pero que tranquilicen a las chicas al momento de una salida grupal
como un cumpleaños con pileta, o la playa.
Ya habrá tiempo de charlar de soluciones
definitivas, pero no es bueno no darle importancia, porque para ellas es suficientemente
importante como para desistir de una invitación. Incluso tratar de convencerlas
de que no es necesaria la depilación podría traer una situación desagradable al
encuentro de sus pares.
Con las niñas sucede algo similar cuando los
pechos se desarrollan, la primera intención es disimularlos, ya que se sienten
incómodas. Ofrecerles un sostén cómodo, suave de textura, preferentemente de
algodón, sin aros de metal y con un estilo deportivo, las hará sentir cómodas
para las actividades que realizan y seguras al momento de hacer deportes, por
ejemplo. Explicarles que lo pueden usar cuando ellas crean que es necesario, y
que es una forma de acompañarlas en el desarrollo y protección de sus mamas.
El crecimiento de los órganos genitales, también
es un tema a tratar en ambos casos, varones y chicas. Los chicos ven sus penes
crecer y a la vez descubren actividades nocturnas de su sexualidad que no saben
a qué atribuirlas. Habrá que explicarles que sus hormonas trabajan y sus
órganos sexuales se están poniendo a prueba, de modo que los estímulos y sus
psiquis, sobre todo durante el sueño, despiertan la actividad de sus órganos
favoreciendo los sueños húmedos o poluciones nocturnas. Algunos chicos no
anoticiados de estas situaciones posibles, han confesado sentirse con culpa e
incluso asustados pensando que estaban enfermos.
En el caso de las chicas, sus genitales se rodean
de vello púbico, pero la situación se complica con la llegada de la
menstruación, la llamada menarca marca un antes y un después en la vida de toda
niña-mujer, ya que es el inicio de nuestra actividad reproductiva.
Cuando las chicas han tenido información previa a
este momento, ya sea en la escuela o en la familia, este momento se vive con
emoción, incluso con orgullo. Pero cuando este momento llega de improviso,
puede que se sientan muy confundidas y asustadas. Esto es lo que se debería de
evitar, y preparar no sólo a las chicas sino también a los varones para que no
interfieran con ellas al momento de no querer participar de algunas actividades.
Lograr que controlen la regularidad de sus ciclos
es probable que se logre con el uso de las aplicaciones de descarga en sus
celulares, esto les permitirá sentirse prevenidas y preparadas ante la
eventualidad de no estar en sus casas, por ejemplo.
El uso de las toallas femeninas durante los días
de menstruación es una opción de cuidado personal, y muchas veces es importante
hablar con ellas sobre la elección del tipo de toallitas, diurnas, o nocturnas,
e incluso aconsejar las que no tienen perfume
ya que las perfumadas tienen alcohol que
pueden irritar la piel.
Otra opción que es importante plantear, es el uso
del tampón, sobre todo para uso casual en caso de actividades deportivas, por
ejemplo, y no para uso habitual durante todo el período, ya que se corre el
riesgo de que no se haga el recambio que corresponde y permanezca en uso
durante más tiempo del recomendado y sea el desencadenante de un proceso infeccioso
y del desarrollo de hongos.
Acompañar a nuestra preadolescente-púber, durante
esta etapa es importante para que ella desarrolle hábitos de higiene necesarios
para sentirse comfortable y segura. Apoyarla de forma positiva y naturalizando
la situación como parte inherente del crecimiento personal, la hará sentir más
mujer y no lo sentirá como una carga.
Hablar de sexualidad con ellas y ellos no es
simple, pero sí necesario, sobre todo porque aquello que nosotros no digamos,
alguien lo hará y seguramente que esta información puede no ser precisa, o
puede estar distorsionada. Generar el espacio y el momento para hacerlo es
fundamental para que el diálogo no sea forzado, sino que fluya y se logre un
cruce de información positivo para ambas partes. Preguntar por algún amigo o
amiga, sus actividades e incluso si tienen pareja es una forma de mechar
preguntas que pueden derivar en una charla productiva, hablando solo de esos
amigos.
A ellos en esta etapa les preocupan cosas simples,
desde cómo usar un tampón, si las relaciones sexuales duelen, hasta cosas y
términos que llegan a ellos x los medios de comunicación, porque ven imágenes
inapropiadas en un celular o en la compu o a través de sus propios pares. Plantear
la necesidad de no confiar y consumir todo lo que llega a ellos por las redes y
la tecnología, es una forma de que aprendan que la tecnología puede
transformarse en un instrumento peligroso si no es usada correctamente y con
criterio.
Trabajar con ellos en la forma de publicar sus
perfiles, y la información que pueden y no, volcar a las redes, los hará sentir
seguros y confiados que pueden consultarnos cuando algo les genere duda o
desconfianza.
El crecimiento corporal no suele ir de la mano
del cambio psicológico, sino que hay
un período en el cual lo emocional prima en sus actitudes y comportamientos aunque
intrínsecamente está relacionado con los cambios físicos que están
experimentando.
Esta etapa está llena de contradicciones entre el
ser y el hacer, es lo que comúnmente se conoce como la edad del pavo, hacen
cosas de niño con un cuerpo de casi adulto. Se pelean con sus hermanos menores
casi al mismo nivel, o pasan de reclamar derechos de salidas a mirar dibujos
animados y disfrutar de ellos casi con la misma intensidad.
Se horrorizan si los chicos descubren que son
señoritas y llevan toallitas íntimas en las mochilas, pero toman como un hecho que para no quedar
embarazadas las chicas acceden al sexo oral con los chicos.
Por lo tanto el rol de la escuela es fundamental,
desmitificar mucha información que no es correcta, y para lo cual debe dar
conceptos clarificadores acompañados de
un sustento que se enmarca en los valores que con ellos tenemos que
trabajar, ¿cómo te sentirías si participaras de una práctica de ese tipo?, Vos
y tu cuerpo son muy importante para que aceptes y permitas que lo usen como un
objeto. Si te parece y sentís que algo no está bien, aunque todos lo hagan,
como dicen, tenés el derecho a decir NO.
Lo mismo se les debe decir cuando hablamos de
acoso y coerción, situaciones donde ellos descubren que no son tratados como
corresponde y se sienten incómodos o en riesgo. Tienen que saber que alguien
siempre los va a escuchar. Primero en casa, pero si esto no sucediera así, en
la escuela hay personas preparadas para creerles, ayudarlos y llevarlos a
resguardo a través de los protocolos que corresponden.
Los cambios en sus formas de sentir y pensar van
de la mano del cambio de relación con los padres, ya que sus grupos de pares
pasan a ser sus grupos de preferencia y referencia.
De aquí en más con la mayor parte de las energías intentarán
agradar a sus pares y tomar un rol activo en su grupo a partir de su aceptación,
y con lo que reste entablarán una lucha permanente y sostenida con sus padres
para afianzar su personalidad y mostrar independencia. ¿Estamos preparados para
esto?????
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